El horóscopo celta

Ya que se acerca la publicación de El libro de la Alquimista, hemos estado haciendo averiguaciones y hoy traemos una nueva curiosidad Vanir para añadir a la colección, El horóscopo Celta.

El Horóscopo Celta es antiguo tanto como sus creadores, los Druidas. Los bosques eran templos para ellos, allí celebraban sus rituales y ceremonias mágicas. Por eso, cada árbol estaba consagrado a un dios o representaba una virtud.

Los sacerdotes druidas crearon el horóscopo celta asociando cada árbol a una época del año, y el resultado final es un horóscopo de 21 árboles o épocas. De los 21 árboles, dos presentan los equinoccios, dos los solsticios y los demás están distribuidos en periodos iguales durante todo el calendario. La única excepción es el Álamo, al que le corresponden tres periodos.

Ya que cada árbol representa a un dios o una virtud, la persona nacida bajo el reinado de un árbol recibe de él su personalidad, sus dones.

Como la mayoría de los horóscopos, también el celta está vinculado a las fases lunares, que marcan el cambio de una época del año a otra, o lo que es lo mismo, del reinado de un árbol a otro.

Los árboles están así dispuestos:

El Olivo representa el equinoccio de otoño, el 23 de septiembre.
El Roble se corresponde con el equinoccio de primavera, el 21 de marzo.

El Abedul está asociado al solsticio de verano, el 24 de junio.
La Haya representa el solsticio de invierno, el 22 de diciembre.

Los demás árboles son el Álamo, única excepción a la regularidad del horóscopo, el Abeto, el Arce, el Avellano, el Carpe, el Castaño, el Cedro, el Ciprés, el Fresno, la Higuera, el Manzano, el Nogal, el Olmo, el Pino, el Sauce, el Cerval y el Tilo.

Información: http://www.astro-bienestar.com