Relato de Youliss.
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DULCE RUTINA
El
despertador sonó con gran estruendo, llenando toda la habitación con un sonido
demasiado molesto y poderoso como para despertar a cualquiera. El gemido que
soltó Ruth mientras se apartaba a regañadientes del cuerpo desnudo de Adam
denotaba fastidio y una clara frustración al no poder seguir durmiendo apretada
a su berserker con sabor a menta y chocolate un ratito más.
Se
llevó una mano a la cara mientras al mismo tiempo daba un bostezo. Quién la habría mandado poner el despertador
tan temprano —pensó Ruth apagando la odiosa alarma.
Desperezándose,
consiguió sentarse con las piernas hacia su lado de la cama para irse a la
ducha antes de comenzar otro nuevo día en Wolverhampton; pero antes de lograr
ponerse de pie, algo la agarró de la cintura y tiró de ella hacia atrás,
cayendo de nuevo sobre el colchón.
—¿A
dónde vas tan temprano? —le susurró Adam al oído, dándole pequeños mordisquitos
en el cuello. Ruth contuvo una risa.
—¡A
prepararme para el nuevo día! —dijo Ruth con fingido entusiasmo antes de que
Adam le plantara un beso en los labios. Feroz. Ardiente. Prometedor.
—Mmm…
me parece que no, Cazadora. —Opinó con una sonrisa traviesa una vez se
separaron sendas bocas.
Ruth
se giró para quedar de cara a su mann,
y apoyando sus dos manos en ambos hombros de Adam lo tumbó de espaldas en la
cama, con una sonrisa triunfante.
—¿Es
que anoche no tuviste suficiente, mi Señor de los Animales? —preguntó
sensualmente mientras se sentaba a horcajadas sobre él y se inclinaba para besarlo de nuevo. Nunca
se cansaría de su sabor y sus labios…
Y
era todo para ella.
Ese
pensamiento la hizo suspirar de satisfacción.
Adam
profundizó el beso hasta que ambas lenguas danzaban con su propio ritmo,
subiendo la temperatura de una forma repentina. Los dos luchaban por ver quién
tendría el control cuando Ruth sintió que necesitaba estar más cerca aún de él.
Moviendo las caderas contra la enorme erección de Adam, aún sin penetrarla,
pegó todo su cuerpo contra el pecho fornido de él.
—Te
quiero tanto, katt. —Suspiró el berserker
en un intento por coger aire. Ruth le dio un lametón en el mentón a modo de
respuesta.
Ruth
miró fijamente a los ojos de Adam, ya de un rojo intenso por la excitación,
mientras se colocaba adecuadamente para acogerlo entero en su interior. Con un
gemido de placer, ambos comenzaron a moverse rítmicamente: Adam con las manos
apoyadas en las caderas de Ruth, y ella apoyada en los hombros de él.
Las
respiraciones eran agitadas, y los latidos de sendos corazones eran
irregulares.
—Ah…
Adam… —Ruth jadeó echando la cabeza hacia atrás y arqueando la espalda.
El
orgasmo les llegó a ambos al mismo tiempo. Ruth se desplomó sobre su mann mientras él aún seguía dando
espasmos de placer y creciendo en su interior.
—Eres
fantástica Ruth… mi kone… —murmuró
Adam contra su oído.
Ella
se rió de felicidad.
—Así
da gusto levantarse todas las mañanas… —Articuló levantando la vista hacia el
reloj-despertador que hace unos minutos había odiado con toda su alma. La luz
del sol ya se filtraba por las cortinas de la habitación.
»¡Ay,
madre de Dios! —Ruth exclamó poniendo los ojos como platos. —¡Que no llego!
Adam
sonrió picaronamente.
—Pues
yo creo que sí que has llegado. —Comentó inclinándose para besarle el cuello.
—Aunque si quieres… lo volvemos a intentar.
Ruth
entrecerró los ojos y le pegó un manotazo en el brazo al mismo tiempo que
soltaba una risotada.
—¡Deja
de remolonear en la cama, Adam! Aún hay que levantar a los niños, desayunar y
llegar a la escuela… —Dijo atropellando sus palabras.
De
repente, la puerta de a habitación se abrió y Nora entró dando saltos de
alegría hasta llegar a la cama de Ruth y Adam.
—¡Tío
Adam, tía Ruth! ¡Ya hay nieve! ¡Nieve por todas partes! —chilló sonriente al
mismo tiempo que se subía con ellos a la cama. Se quedó mirándolos con confusión,
—tío Adam... ¿por qué no estáis vestidos? Que Ruth va a coger frío… ¡ya es
invierno! —exclamó curiosa mientras le echaba a Ruth la sábana por encima. Esta
última se rió y la abrazó con fuerza.
—Tío
Adam ya se encarga de darme calor, ¿verdad Adam? —Se río mientras se inclinaba
hacia el suelo para recoger una de las camisetas de él y ponérsela con una
rapidez envidiable.
Antes
de que Adam pudiera responder, Liam penetró en la estancia con otra sonrisa de
oreja a oreja claramente visible en su rostro.
—¡Tío
Adam, juguemos a guerra de bolas de nieve! —gritó entusiasmado.
Ruth
agarró a Nora por debajo de las axilas y la depositó en el suelo mientras ella
se vestía intentando que los niños no vieran demasiado de su desnudez.
Adam
suspiró frustrado. Él quería mucho a sus sobrinos, pero no podrían haber venido
en un momento más oportuno.
—No
hay guerras de nieve que valgan, jovencitos. —Dijo con tono autoritario al
mismo tiempo que también intentaba hacer pasar desapercibido su desabrigo. —Hay
que prepararse para ir a la escuela y aún tenéis que desayunar. —explicó
poniéndose unos vaqueros sin molestarse en buscar antes los bóxers. El botón lo
dejó desabrochado.
Ruth
se quedó pasmada ante tal imagen, intentando no perder el ritmo de su
respiración. Si no hubieran estado los niños delante, probablemente se habría
lanzado hacia él para lamerle cada centímetro de su impresionante, musculoso y
perfecto cuerpo. La boca se le hacía agua…
—…
¿verdad Ruth? —le preguntó una voz. Parecía la de Nora.
Sacudió
la cabeza y se centró en la niña que le estaba agarrando de la mano, intentando
llamar su atención.
—Perdona
cariño… ¿qué me decías? —se disculpó mientras escuchaba una risa ahogada al
otro lado de la habitación.
Así
que Adam se burlaba de su vulnerabilidad por él, ¿no?
Pronto
no diría lo mismo. Se iba a enterar quién era de verdad Ruth Casanovas —Pensó
con malicia.
—¿A
que como ya casi es navidad no hay clases en la escuela de Aileen? —repitió
poniéndose la manos en las caderas, intentando parecer una mujer adulta.
Ruth
sonrió con alegría y le sacudió el pelo.
—Sí
hay clases cielo, aunque ya es la última semana. —la consoló mientras le hacía
un gesto cariñoso en la nariz.
Nora
también sonrió antes de que el estómago le rugiera, urgiéndole el desayuno.
Liam se rió de su hermana y ella se ruborizó levemente.
—Está
bien, vamos a desayunar. —comentó Ruth. —Adam, ve preparándoles los cereales y
las tostadas mientras yo me ducho. —Le ordenó mientras se agachaba de espaldas
a él para recoger el lío de ropa que habían montado anoche tras llegar ella de
cazar almas y él de meditar un rato en el tótem.
Las
líneas que torneaban su trasero bajo la camiseta de Adam hicieron que este
dirigiera sus ojos directamente hacia él. Tenía el culo más bonito del mundo…
—¿Estás
segura de que no necesitas que te ayude? —le preguntó tragando saliva y
recolocándose los pantalones; se le notaba notoriamente incómodo ahí abajo.
Ruth quiso reprimir una sonrisa de triunfo, pero no estuvo muy segura de si lo
consiguió.
—Por
supuesto, —replicó sin dudar, —además, se hace tarde y los niños tienen que
alimentarse bien. Cuando acabes, puedes volver y ducharte tú… —le guiñó un ojo.
Adam
no tuvo tiempo de contestar, puesto que Ruth se había metido en el baño sin
siquiera mirarlo una vez más. Claramente frustrado, física y emocionalmente,
suspiró y se llevó a los niños a la cocina, donde él comenzó a preparar el
desayuno y Nora y Liam continuaron dibujando todo aquello que habían visto en
sus sueños.
Ruth
cerró la puerta detrás de sí, deseosa de que Adam no le hubiera obedecido y
hubiera entrado con ella a la pequeña habitación de todas formas. Por
desgracia, ese no era el caso.
Suspiró
profundamente.
Abrió
el grifo mientras se quitaba la camiseta que antes se había puesto para evitar
que los niños la vieran desnuda, y cuando vio que el agua ya salía lo
suficientemente caliente, se metió dentro de la bañera. Poco a poco fue
relajando cada músculo tenso que tuviera esa mañana; cerró los ojos y echó la
cabeza hacia atrás mientras el agua acariciaba con dedicación cada centímetro
de su piel.
Era
tan real que Ruth juraría que era Adam el que la estaba acariciando con sus
manos. Qué estupidez, Ruth, Adam está con
los-
Un
lametón en uno de sus pezones cortó de repente el hilo de sus pensamientos.
Ruth abrió los ojos movida por su instinto y se topó directamente con la mirada
intensa de su mann. Una sonrisa se
posó en sus labios inconscientemente al mismo tiempo que se inclinaba hacia
delante y capturaba los de Adam en un rápido y pasional beso.
—Wow,
eso fue rápido. —pronunció Ruth una vez se hubieron separado. Adam simplemente
respondió empujándola contra la pared y fundiendo sus bocas en otro beso feroz.
El agua les caía como si de una fuerte
lluvia se tratase. El berserker no pensó en otra cosa que no fueran sus dulces y
jugosos labios, no podía resistirse a ella, no después de insinuársele de
aquella manera en la habitación.
Ruth
sentía todo su cuerpo presionado contra el de ella, marcándola como suya,
grabando en su mente cada curva de su figura, cada átomo de su piel. Le pasó
los brazos por detrás del cuello al mismo tiempo que le rodeaba la cintura con
las piernas para sentir mejor la prominente erección de Adam. Cuando ambos
notaban que necesitaban romper el beso para poder respirar y así continuar con
la exhaustiva exploración de sendas bocas, Adam soltó un leve gruñido y
abandonó sus labios para seguir por su mentón y seguidamente por su cuello.
Ruth gimió y echó la cabeza hacia atrás para darle mejor acceso.
Adam
era muy consciente de que si quisiera podría penetrarla ahí mismo y sin ningún
esfuerzo, y aunque su cuerpo así se lo pidiera, no quiso corresponder a esos
deseos. Necesitaba hacer que esto durase todo lo posible, tenía que retenerla
consigo todo el tiempo que pudiera antes de que se fuera a trabajar y lo dejara
solo en casa.
Agarrándola
con las dos manos por las caderas, la movió hacia arriba y hacia abajo,
rozándole el clítoris con su pene, dándole un placer infinito.
—Deja
de jugar Adam… te necesito ya. —Pidió Ruth entre jadeos, hincándole las uñas en
la espalda, marcándolo también.
—Ya
me tienes, katt. Soy todo tuyo… —dijo
Adam antes de que la moridera en el cuello. Un gemido salió de la garganta de la Cazadora.
En
vista de que Adam quería torturarla, ella desenredó las piernas de sus caderas
y agarró con una mano el tallo de su masculinidad. Lentamente comenzó a mover
rítmicamente su sujeción, consiguiendo que Adam moviera las caderas junto a
ella y soltara varios jadeos al mismo tiempo que escondía el rostro en la curva
de su cuello.
Adam
se sentía en el cielo, pero no podía correrse aún, tenía que hacerlo dentro de
ella. Con un movimiento rápido, le apartó la mano cariñosamente y la besó
profundamente de nuevo durante unos segundos. Al separarse, Adam puso las manos
encima de los hombros de su kone y la
obligó a tumbarse a lo largo en la bañera. Ella intentó tocarse a sí misma para aliviar su dolor,
pero el berserker no la dejó. Se arrodilló entre sus piernas en menos de un
segundo y se inclinó hacia ella, dejando sus bocas a la misma altura.
Ruth
intentó ocultar una sonrisa triunfante al ver que había logrado desatar al Adam
mandón y controlador, y sin previo aviso, le volvió a envolver las caderas con
sus piernas, acercando a su feminidad aquella erección tan prometedora. Se
mordió el labio inferior cuando ella sola guió a esa cosita enorme hacia su
interior y comenzó a moverse arriba y abajo con urgencia. Cada vez más rápido y
acompasando sus movimientos con los de él.
Ambos
se corrieron al mismo tiempo y se quedaron ahí tumbados, abrazados. Ruth, sin venir
a cuento, soltó una risotada y Adam la miró frunciendo el ceño.
—Así
que hoy te has dispuesto a hacer que llegue tarde a la escuela ¿no? Aileen me
va a matar. —explicó dándole pequeños besos en el pecho. —Y además tenemos que
preparar todas las actividades que haremos por navidad. —Suspiró y cerró los
ojos.
—Sí,
se ve muchísimo más interesante que todo esto… —comentó irónicamente mientras
le daba un beso en la parte superior de la cabeza. Ella sonrió y abrió de nuevo
los ojos.
—Anda…
levántate y acabemos de ducharnos…
Adam
la ayudó a levantarse y a terminar de enjabonarse. En un plis-plas estuvieron
de nuevo abajo en la cocina junto a Liam y Nora, dispuestos a irse a clase y a
comenzar otro día más en sus vidas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAhhh pues no... tenía razón.. xD no tenía que haber borrado el otro...
EliminarBueno decía.. que en algunos de los exploradores de internet se ve al final de cada linea unos ">>" suuper raros.. y que esos no estaban en mi historia de primera hora! Y mi nombre al principio del relato.. por fi.. corregidmelo anda!! xD
Ya lo había leído y como la primera vez me gusta mucho ;) besos
ResponderEliminarAcabo de leerlo y ¡buf! ¡Qué calores xD ¡Me ha encantado! De los que me he leído es el que más me ha gustado :D
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Perfecto! Bruuuuutal
ResponderEliminar¡Mucha suerteee! Un besote.
MaRtA_11
quien mas que tu iba a escribir algo tan bueno y candente!! exito comadreee :)
ResponderEliminarYa e votado Nonne eres la leches ya te lo e dicho un monton de ocasiones Es adictivo tu historia y quiero mas ^^
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